Y así, el segundo sitio de Brechin con el que tomamos contacto, fue el pub del Hotel Caledonia. Entonces todavía no lo sabíamos, pero ese local se iba a convertir en otro gran protagonista de nuestra semana en Escocia. Cada día era visita obligada antes de volver a casa, para tomar la pinta (o las pintas) de rigor, y día a día, fuimos conociendo a lo que Miguel Angel llama las "fuerzas vivas" del pueblo. Entre ellas, un personaje muy pintoresco, que acabó siendo "la señora de los crucigramas", ya que efectivamente era una señora (posiblemente rondando los 60 años, aunque fácilmente me podría equivocar), y solía estar sentada en una banqueta en la barra haciendo crucigramas. Ella siempre estaba allí, y cada vez que entrábamos en el pub se acercaba irremediablemente a nosotros para contarnos que hacía muchos años había estado en Marbella. En realidad llegamos a esa conclusión tras varios intentos por su parte de hacerse entender ya que, aparte de la dificultad de entender algunas veces a los escoceses, como ya os conté anteriomente, se sumaba el hecho de que junto a la revista de crucigramas siempre había un vaso con su bebida habitual: OVD (es una marca de ron negro) con un pelín de gaseosa...
Aquí ya después de la cena. Manuel toca la flauta, y quien está a su lado es Susan.
Por todo ello es que guardamos un recuerdo más que grato del querido Hotel Caledonia. Y por eso le guardamos también un pequeño rincón en nuestro "Reloj Secreto". Un beso fuerte desde aquí para todos. Esperamos algún día volver por allí para tomar alguna que otra pinta...
"UNA PINTA Y UN TREBOL" Este tema es el conocido "John O´Connor" de O´Carolan, combinado con su "Ode to Whiskey".
Y son unos temas que nos sonaron perfectos para hacer referencia a la cerveza tan exquisita que se puede degustar en todos los pubs de por ahí. Cualquier pequeño bar tiene como mínimo 4 ó 5 clases diferentes de cerveza de barril. Imaginaos los pubs grandes: un paraíso para los amantes de la cerveza como nosotros. Y os contaré que no es la que estamos acostumbrados a consumir aquí, sino que es una cerveza (llamada Real Ale) que fabrican de manera tradicional con ingredientes naturales, sin pasteurizar y sin gas añadido. Es de alta fermentación, ya que la levadura forma una capa de espuma en la parte superior del recipiente de fermentación, y la temperatura a la que fermenta es más alta. De hecho, la cerveza sigue fermentando cuando se sirve. "Se podría decir que está viva"... (dice Manuel). Tiene una vida de aproximadamente una semana desde que se abre el barril. Y por ésto (y es una apreciación totalmente personal), para que no se eche a perder, debe de ser que se bebe más deprisa, ejem... Pero tranquilos, que no cunda el pánico! Por un lado, la ausencia de gas hace que sea más agradable de beber, y por otro, la menor cantidad de alcohol que tiene (creo recordar, y si me equivoco que alguien me corrija, unos 3º) permite beber una mayor cantidad a la que estamos acostumbrados aquí, antes de que llegue a hacerse manifiesta una disminución notable de la lucidez mental de la persona...Brindando con nuestra primera pinta en Escocia, gran momento... Nos pareció especialmente buena y diferente, pero pensamos que era por la emoción de estar por fín allí. Después Manuel nos explicaría el por qué de la diferencia, contándonos lo que antes yo os he contado.
Y también Manuel (fue nuestro especial y sabio Cicerón esos días) nos descubrió la costumbre de dibujar un trébol en la espuma de las pintas de Guinness. Por fortuna, tenemos testimonio gráfico del momento que después daría título a otro de los temas del disco...
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