O´Carolan nació sólo. Quiero decir, que nadie tuvo nunca la idea de formar un grupo como tal para hacer la música que hacemos, ni se pensó en ello. Fue al revés. Tan al revés que de repente un día fuimos conscientes de que teníamos algo con vida propia entre manos, y que había que ir pensando en un nombre, por llamarlo de alguna manera más que nada. Y nos habíamos "quedado" con tantos temas de O´Carolan para tocarlos y disfrutarlos, que pensamos que no se molestaría si nos quedábamos también con su apellido.
Miguel Angel, Julián, Chema y yo, en el descanso de aquél concierto. Risueños y felices.

Aquí, el público. Más de uno se reconocerá en esta foto... Cuando la encontré, me hizo gracia ver a personas que conoceríamos a posteriori. "¡Estuviste aquél dia...!"
O´Carolan, ya con nombre, tocamos el siguiente verano en la terraza de Las Ocas, todavía sin Pili y sin su arpa, que ya la habíamos llamado, pero estaba de viaje (ella lo confirmará, pero creo recordar que en Irlanda, qué curioso...), y hay pruebas sonoras de que en diciembre del 94 ya éramos cinco y estuvimos tocando en El Monaguillo, y enseguida empezamos a frecuentar nuestra querida Campana de Los Perdidos de la que ya hablaremos en otra entrada sólo para ella. Y Jesús? El ya era amigo, venía a los conciertos a menudo y cuando lo hacía se animaba a tocar algún tema a modo de colaboración. Y sin hablarlo, porque no hizo falta, un día se dió por hecho que en lugar de cinco éramos seis. Ya estamos todos... Lo que vino a partir de ahí lo doy casi por sabido.
Lo mejor de todo es que ésto no es sólo un grupo de música, sino que somos unos cuantos amigos que llevamos unos 20 años (y algunos todavía más) compartiendo, además de la música, muchas otras cosas, vida en definitiva, y nos conocemos ya tanto que cuando tocamos ni siquiera necesitamos mirarnos para entendernos, o con un simple intercambio de miradas nos decimos la biblia en verso. Eso, y la increíble sensación de que hemos creado algo propio y diferente en lo musical, hace que ésta sea una historia única y maravillosa. Supongo que O´Carolan es lo que es y sigue vivo por todas esas cosas. El espíritu con el que nació sigue ahí, haciendo de las suyas. Y los problemas, que a veces claro que los hay, faltaría más, pues nos los comemos con patatas, y así los digerimos mejor. Sin darnos casi cuenta, a lo tonto, han pasado ya 15 años. Recuerdo que en los principios hacíamos risas imaginándonos cómo sería hacer bolos a los cuarentaytantos. Y mira por donde, ya estamos aquí.
