Y se cumplieron las mejores expectativas en cuanto a tener una noche absolutamente espléndida. Tourlough se portó y los elementos se confabularon.
Ya os contamos la última vez que tocamos allí lo especial que es para nosotros Aínsa, siempre llena de gratos recuerdos y de buenos amigos (aunque esta vez echamos de menos a los queridos Pardi y Ana). Así que nuestra tercera participación en el festival fue, como las anteriores, un auténtico placer.
Como os decía, una noche perfecta en cuanto al tiempo, un precioso escenario y un público impecable, hicieron que en el castillo volviera a flotar la magia. Tenemos que dar las gracias a toda la gente que contribuyó a que todo saliera como salió. A Roberto y Elena por sus atenciones y su amabilidad, a Ana Alcaide que con su nyckelharpa nos acompañó en varios temas del concierto, y a la gente de Covah, que se ocuparon de la parte técnica, por su buen humor y su buen hacer (un beso, majos!).
Una pena que no pudiéramos seguir disfrutando de Aínsa al día siguiente, ya que distintas obligaciones nos hicieron regresar pronto por la mañana a la mayoría de nosotros, así que nos quedamos con ganas de más. Otra vez será....
Van fotos y besos.
