El lugar del concierto, precioso, una antigua iglesia acondicionada a modo de teatro, así de agradable:
Y al siguiente viernes, 21 de Noviembre, la quinta y última cita dentro del ciclo, San Adrián. No tenemos fotos de ese día, ni Julián ni yo nos acordamos de coger lo que había que haber cogido, y fue una pena, porque en esta ocasión los diez minutos anteriores al concierto fueron empleados en celebrar una improvisada y rápida clase de pilates. Lástima de cámara...
De este día destacar el lugar en el que nos esperaron un poco más de lo previsto para cenar. Lamentablamente no recuerdo el nombre, pero sí que conmemoraban unas jornadas-homenaje al cerdo ibérico (qué puntería), y que a pesar de retrasarnos ligeramente nos atendieron con una amabilidad muy de agradecer, además de ofrecernos una comida memorable, porque no sabéis lo bueno que estaba todo... Gracias desde aquí.
Y en definitiva, gracias a la organización del "Ensueños de Folk" por haber contado con nosotros para esta edición, e igualmente a toda la gente de los cinco lugares que tuvimos el inmenso placer de visitar, porque la acogida en todos ellos fue francamente buena. Esperamos que iniciativas parecidas puedan llevarse a cabo también por estos lugares...