En aquella temporada, Ramón (Bar Entalto) y José Emilio (Bar Crápula) tuvieron la feliz y generosa idea de subvencionar la grabación de un disco a varios grupos próximos a ellos, y nos propusieron ser uno de esos grupos, con lo cuál la idea nos siguió pareciendo igual de generosa, pero más feliz...Así, a finales de mayo de 1999, pasamos tres días en Kikos (conocido estudio de grabación de la ciudad), dejando constancia para la posteridad de los temas que llevábamos ya como seis años tocando. Tres días bastante intensos, porque si ya de por sí los momentos de grabar son complicados, la cosa es un poco más peliaguda si sabes que el tiempo está contado. Pero no fue difícil, eran temas que llevábamos tanto tiempo tocando que se plantearon pocos problemas, y el resultado fue muy acorde con lo que pretendíamos, así que contentos, por tener al fin algo grabado entre manos, y por cómo quedó. Hubo incluso algún tema (en concreto La Danza del Oso, tema que todavía incluímos en los conciertos y que nos sirve de broche) que grabamos todos juntos dentro de la "pecera" del estudio. Juanjo (responsable de Kikos) no lo entendía mucho: "Pudiendo grabarlo por separado y bien...", pero nosotros queríamos que sonara lo más parecido posible a un directo. Así que nos dispersamos dentro, uno en cada esquina, para meternos lo menos posible en los canales ajenos, y tocamos el Oso. No recuerdo bien si se quedó a la primera, o grabamos una segunda. Sí estoy segura de que no hubo tercera.
Chema grabando.
¿Y por qué "Alrededor de una Vela"?
Quien nos haya visto alguna vez en La Campana, sabe que siempre (en una tarea aparentemente imposible, pero que ya tenemos muy controlada), nos colocamos en el pequeño escenario con una mesa en el centro, cubierta con un "mantel" de terciopelo rojo, en la que colocamos, además de bebidas, algún que otro instrumento, y "aperos" varios necesarios para el concierto, una vela que permanece encendida durante todo el tiempo que estamos tocando. En alguna ocasión hemos trasladado esta costumbre a otro sitio, y entre otros, nos llevamos un bonito candelabro en la furgoneta hasta la Sala Galileo Galilei, en Madrid, cuando presentamos "La Llave de los Sueños", para seguir tocando alrededor de una vela, como en la Campana.



